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Tranvías:
Tranvías: En La Plata en 1910, se electrificaron los tranvías, antes que en la Capital Federal.
Plaza Italia:
Originalmente se llamó “Plaza del Ministerio de Hacienda”, luego por ordenanza del 26 de agosto de 1895 se le impuso su nombre actual, lo que la convirtió en la plaza con denominación más antigua de la ciudad. Antiguamente, en su centro se encontraba el monumento, que representa la confraternidad argentino-italiana. La columna fue proyectada por el Arq. Vecellio y se realizó en 1901. Está compuesta por varios tramos de granito y es una réplica de la columna de la Trafalgar Square de Londres.
En 1917 se colocó el águila de bronce que sostiene las banderas de Argentina e Italia, realizada por el escultor Abraham Giovanola.
Los primeros judíos en la ciudad:
Con las primeras inmigraciones llegan los primeros judíos a nuestra ciudad: “Poco a poco se fueron acercando y radicando en Berisso primero, por las fuentes laborales, en la época de los frigoríficos y posteriormente en La Plata.
Aquí, la veintena de familias que principios de este siglo se encontraban dispersas, buscaron un camino que las condujera a unirse en su religión y sus costumbres. Así se fundó el 7 de julio de 1907, la Sociedad de Socorros Mutuos “Ezrah”, para ayudar a los nuevos inmigrantes y ser un hogar familiar para aquellos judíos que lo requiriesen. Simultáneamente se fundaron una bolsa de trabajo, una biblioteca y una escuela de adultos. En 1912 se creó la escuela “Talmud Torá”, que después sería la escuela Bialik y el 20 de junio de ese mismo año en una modesta habitación de la casa de la Ezrah, nace el Centro Literario Max Nordau, con los objetivos de “fomentar y elevar el nivel moral de los israelitas”, eligiendo ese nombre como símbolo del judío moderno, de ideas laicas y comprometido con su pueblo y con su tiempo”.
“Muchas son las instituciones que surgen en el seno de la colectividad en la ciudad de La Plata, para cubrir los distintos aspectos de la vida social, deportiva, política y religiosa: Asociación Hebrea Macabí, D.A.I.A., Organización Sionista Femenina, Instituto Cultural Argentino Israelí, etc. Con la gran inmigración además de los judíos europeos, también llegan al país los que son de origen español; ellos son los Sefaradíes (Sefarad: en hebreo significa España); que se caracterizan por conservar más estrictamente las costumbres y tradiciones religiosas. En nuestra ciudad son actualmente unas cuarenta familias que conforman la Asociación Israelita Sefaradí.” (sic). Tomado del libro Crónicas Inmigrantes de Sergio O. Rodríguez Municipalidad de La Plata 1997, páginas 49 y 50.
Hotel:
En la Estación, en los años ´80, se veía la gente pulular, las conversaciones se renovaban entre los que aguardaban y los recién llegados. La mayor parte de los viajeros se dirigía al Hotel Bruni, en diagonal 80, frente a las vías de ferrocarril que corrían por esa arteria.
Noticias: Lo de La Plata
“Un decidido situacionista, refiriéndose a la fiesta del domingo en lo que puede ser que sea algún día la ciudad de La Plata, decía ayer á un amigo suyo, muy conocido por sus radicales opiniones contra el actual orden político de cosas:
“Mire, amigo, ¿quiere que le diga lo que yo pienso de lo que ha pasado ayer en La Plata?
Pues bien, pienso que una comisión compuesta de los más encarnizados enemigos del gobierno del Dr. Rocha, no habría podido hacer las cosas mejor para poner á este último en el más escandaloso ridículo, y hacerlo colmar de maldiciones”.
Estas palabras reflejan con exactitud lo ocurrido con motivo del fandango inaugural del domingo.
Aquello no fué fiesta sinó martirio. Las promesas de eclipsar á las bodas de Camacho en cuanto a la profusión de comestibles y bebidas, no se hicieron humo, pero se hicieron tierra, única cosa de la cual comían en abundancia los infelices á quienes su mala estrella arrastró á aquel sitio en tales circunstancias.
Con decir que hasta el agua se vendía, llegándose á cobrar cinco pesos por vaso de ese líquido, y á pagarlos con gusto los que los conseguían, está hecha la pintura de aquel cuadro, – sobre todo, si le agregamos los atractivos de un sol rajante; de una polvarera cegadora; de unos empleados civiles que no sabían más que contestar “se acabó” cuando algún hambriento les pedía siquiera fuese un pedazo de queso de las ciento treinta arrobas presupuestadas, y de unos empleados militares que andaban a la pesca de desgraciados con quienes darse aires de autoridad, echándolos de todas partes; de unos caminos por donde se asaba vivo el que se aventuraba en ellos á pié, ó se rompía los huesos dentro de un carro ó carricoche el que pagaba con cien pesos el placer de recorrerlos arrastrado; y, por último, de unos trenes al lado de los cuales tenían la velocidad del rayo y la exactitud del cronómetro, los nunca bien ponderados del Ferro-carril del Norte durante la Administración de Crabtree.
Y por sobre todo esto un cielo amenazador, seguro indicio de la próxima tormenta, que rabia de encontrar á centenares de invitados bregando a media noche por un sitio en el tren de regreso, ó andando camino de la Capital hasta las cuatro y cinco de la mañana, en medio de una lluvia torrencial.
Hé ahí los rasgos salientes de la fiesta del domingo en La Plata, en la que faltaron, no obstante sus tres o cuatro mil víctimas, hasta convidados para ocupar las mesas del banquete oficial, que es cuanto puede decirse en materia de faltas en actos semejantes.
Copiado textual y gramaticalmente de un diario de la época del día 21 de Noviembre de 1882.
El regalo del Dr. Rocha:
“Con Rocha discurre el artista donde vaya. Después de la caída, en 1887, recuerda andando por España que se acerca el 19 de noviembre ¿cómo celebrarlo dignamente y transmitir una constancia del recuerdo al seno de la ciudad filial? Rocha adquiere en Sevilla una pintura de Cristo del 1600, original de Antonio Castillo y Saavedra, y se la envía al Canónigo Carranza para que la coloque en San Ponciano, en el aniversario próximo. Quiere que la primera iglesia de La Plata pueda mostrar desde entonces y para siempre una obra de mérito por su época y ejecución.” (sic) Tiempos y fama de La Plata José María Rey Página 22.
Hoteles
Atendía ya en el año 1884 el “Cosmopolita” hotel de Baldi, Navarro y Cía en 50 esquina 4; La Plata de los hermanos Coudammes, en 58 y 7; “Del Comercio” de Castelli y Brocchien en y 51 y 9 donde hoy se encuentra el Automóvil Club Argentino; “Del Chalet” en diagonal 74 entre 8 y 9; “De la Confianza” de Telémaco Modoni, en 59 entre 9 y 10; “Du Midi” de Alejandro Pratt en 56 esquina 12.
Un The third-leading cause of death in US most doctors don’t want you to know about dragon pharma drug companies flooded west virginia town of 2,900 with 20.8m pain pillejemplo a imitar:
Uno de los apodos por el cual es conocida nuestra ciudad es por el de “ciudad universitaria” fruto de aquellas primeras promociones de profesionales fue el ingeniero Enrique Juan Boudet y sus obras.
“Oriundo de la ciudad de La Plata, nació el 30 de noviembre de 1905. Todos sus estudios los realizó en La Plata: primarios en la escuela Anexa (UNLP), secundarios en el Colegio Nacional (UNLP), y terciarios en la Facultad de Ingeniería (UNLP), donde obtuvo el título de Ingeniero Civil en 1929.
Comenzó su carrera profesional realizando tareas de cálculo estructural y agrimensura, pero desde un principio se preocupó por el aspecto arquitectónico de sus obras que le encomendaban.
Aunque tuvo en su haber ejemplos de arquitectura Art Deco, dio un vuelco decisivo hacia el Racionalismo coincidente con su concepción estética proveniente, no de su formación universitaria, sino de su gran interés en este tipo de arquitectura, hecho que profundizó y plasmó exitosamente en sus obras.
Éstas, alrededor de cuatrocientas en la ciudad de La Plata, contribuyeron y aún contribuyen a dar su fisonomía propia a la ciudad, evidenciada en una arquitectura blanca, de formas definidas y armoniosas, con basamento en mármol travertino, balcones redondos y caños cromados.
Su estudio y vivienda se encontraban en la calle 64 n° 360. Los que lo conocieron hablan de su capacidad de trabajo, sobresaliente, produciendo en forma individual con la ayuda de pocos dibujantes, efectuando él mismo los cálculos estructurales.
El estudio detenido de sus obras revelan un marcado interés por la funcionalidad, asoleamiento y excelentes composiciones de fachada, tanto exterior como interior. El detalle de las carpinterías, la resolución de los espacios interiores, como el equipamiento incorporado a la obra, sobresalen de manera constante en toda su producción. Trabajaba en estrecha colaboración con los mejores constructores de la ciudad, supervisando y resolviendo todos los detalles constructivos.
Realizó viviendas en otras ciudades de la provincia de Buenos Aires como Mar del Plata, Berisso y Ensenada. Cabe destacar el proyecto del balneario de la ciudad de Salto de neta arquitectura racionalista que aún se puede observar como uno de los mejores exponentes edilicios de la ciudad.
En la obra pública, su paso por Arquitectura de la Dirección de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, le permitió ser el autor de numerosas escuelas, tanto urbanas como rurales. En La Plata: la Escuela n°19 y la Escuela n°11.
Creada la carera de Arquitectura (UNLP), su constante interés por profundizar su preparación en esa disciplina, lo cuenta en la primera promoción de aspirantes, llegando a completar el quinto año.
Su labor y sus estudios se vieron interrumpidos en el año 1957 por una repentina enfermedad que lo mantuvo inactivo durante casi nueve años, falleciendo el 26 de setiembre de 1965.” (sic)
Fuente: La Plata/itinerarios 4-Arquitectura Moderna del Colegio de Arquitectos – Distrito I de fecha mayo de 1998, realizado por los Arqs. M.Cristina Carasatorre y Gabriel Martínez, con colaboración en textos y documentación de la Arq. Alicia Perez Nuñez.
Nuestra pabellón de la música en Plaza San Martín y otras bellezas
Nuestra glorieta de plaza San Martín o pabellón de la música como se lo conocía fue construida en Francia en la fundición Val d´Osne y congregó la vida social de una ciudad de sólo 30 años de vida. Su historia se inicia en 1830 cuando el ingeniero Jean-Pierre Víctor André comienza a concebir la creación de una empresa de fundición de hierro orientada a la fabricación en serie de piezas artísticas y decorativas.
Cinco años después obtiene en la región de Champagne-Ardenne, París, un ex convento de monjas benedictinas con un galpón y un horno para fundición dando origen a las “Fonderies D´Art du Val D´Osne”.
En los comienzos, la manufactura en serie de productos artísticos y decorativos no estaba bien visto pero con el tiempo se fue haciendo más popular y aceptados; su demanda fue creciendo tan rápidamente que en 1844 fue galardonada con la medalla de oro en la Exposición Nacional de Francia.
Con el tiempo se convirtió en una gran fábrica industrial recurriendo a 220 operarios y agregando dos nuevos hornos siderúrgicos; así se convirtió en la fundidora artística más importante del mundo compitiendo contra importantes fundidoras francesas incluso reunió a más de 200 artistas de la talla de Mathurin Moreau, Pierre Rouillard, Louis Sauvageau, Mourice Bouval entre otros.
Al morir André en 1851 su empresa le queda a su viuda quien la vende a un ingeniero y ex alumno de André, Gustave Barbezat en 1855, este no sólo acrecentó las instalaciones, sino que en 1863 hizo construir bodegas propias en el Boulevard Voltaire de París. Por estas razones, durante su período, las obras que salían de la Val D´Osne estaban firmadas como “Barbezat & C. Val D´Osne” o “Barbezat et Cie./ Val D´Osne” y en sus catálogos, en inscripciones aparece de manera oficial la dirección del Boulevard.
Nuestro país no fue la única nación sudamericana que recibió estas obras de arte que adornan nuestras plazas y parques, nuestros vecinos Uruguay, Brasil y Chile también imitaron esta novedad escultórica.
En la Capital Federal existen más de 350 obras de la fundición Val D´Osne tanto de hierro fundido como de bronce, piezas únicas o réplicas de las obras de Francia de entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
En La Plata también en la plaza Moreno se pueden admirar copones de singular belleza.
Primera abogada argentina:
Nacida en La Plata, el 16 de mayo de 1887, fue la primera abogada argentina. Estudió en la escuela normal, con la dirección de Mary Olstine Graham.
La joven María Angélica Barreda vivía en La Plata, con su madre y sus hermanas, en la calle 45 número 541.
Era hija de Alberto Barreda Hernández, profesor de gimnasia y esgrima y de Rita Fernández de Barreda, que siendo viuda hizo grandes sacrificios para que su hija pudiera estudiar. Primero quiso ser médica, pero carecía de medios para vivir en Buenos Aires.
Inscripta en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, se ha dicho que sufrió la desestima de algunos compañeros y profesores (Carlos Octavio Bunge, Agustín Alvarez, Ernesto Quesada).
Terminó su aprendizaje en la Universidad Nacional de La Plata, el 21 de diciembre de 1909, poco después de cumplir los 23 años. Concluían con ella sus estudios Julio J. Aramburu, César Díaz Cisneros, Enrique Gil y Ernesto Larrain.
Retiró su diploma (firmado por Joaquín V. González y Rodolfo Rivarola) de manos del Presidente de la UNLP en la misma sala de la Presidencia, el 28 de diciembre de 1909.
Sánchez en la ciudad:
En 1893 se establece en la ciudad Florencio Sánchez como empleado de la Oficina de Estadistica y Antropometría dirigida en ese entonces por Juan Vucetich. Todas la fichas datiloscópicas realizadas ese año llevan la firma del que después sería gloria del teatro rioplatense.
Pero no sólo su trabajo burocrático realizaba este uruguayo que había nacido en Montevideo el 17 de Enero de 1875, sino también escribíia diálogos y narraciones en los momentos que no tenía tarea. Sus primeros trabajos literarios se los hacía llegar a un compañero uruguayo también que trabajaba en la Tesorería de la Oficina de Estadísticas y se llamaba Antonio Masoni de Liz. Este caballero, se distinguía por su cultura y afabilidad, Sánchez creía en él y tenía muy en cuenta sus consejos, observaciones y criticas.
Sus biógrafos dicen que Florencio Sánchez escribió en La Plata un diálogo titulado “Un regalo…al natural”, en el cual son interlocutores un cura y una criada.Tiempo después la oficina fue clausurada y el más tarde célebre dramaturgo quedó sin trabajo. Retornó a Montevideo donde trabajó en los diarios La Razón y El Siglo regresando a la Argentina en 1898. Lo demás es historia conocida, sus triunfos literarios como M’hijo… el dotor, La gringa, y Barranca abajo por citar algunos, el estreno de sus obras por los Podestá, su viaje a Europa donde fallece en Milán el 7 de noviembre de 1910 afectado por la tuberculosis
Venus
El observatorio astronómico inicio su funcionamiento provisionalmente con las dos casillas de madera y el instrumental que habían constituido la Estación Observadora del Planeta Venus, en Bragado (Provincia de Buenos Aires) a fines de 1882.
Monumento a la Primera Junta:
“En cuanto al conjunto estatuario de la “Primera Junta”, su emplazamiento se concretó conforme lo sugería atinadamente el Doctor Andres Lamas, es decir espaciando las estatuas entre vegetación para disimular la irreal apariencia de su igualdad de estaturas sino que, según el proyecto del escultor Lucio Rossi, se optó por reunirlas al centro de la actual “Plaza San Martín” y colocarlas en grupos de a dos sobre ángulos de un gran basamento cuadrado, al medio del cual estaba ubicado un obelisco, al frente de éste y al pie, la estatua del Presidente de la Junta, Saavedra, sola; el obelisco era coronado por un bronce alegórico de la “libertad” obra del escultor A. Giovanola, quien reemplazó a Rossi por desinteligencias entre éste y las autoridades municipales”.
“El monumento platense a la Primera Junta fue objeto de varias críticas en el transcurso de la sesión senatorial del 19 de julio de 1909; según Carranza Mármol “…no tiene gracia ni estética alguna y, además, las estatuas estaban falseadas como en el caso de Juan José Paso que era bajo y aparecía representado de alta talla”; por su parte el senador López Cabanillas fue más lapidario al comentar que ese monumento “…tiene algo del cementerio de Don Juan Tenorio…“
Se criticó además la alegoría de bronce, agregada al tope de la columna jónica central, la cual no estaba en la maqueta original y también el hecho de haber ejecutado esa columna de mampostería cuando debía ser hecha de granito; la opinión resultante fue que el Poder Ejecutivo podía colocar ese monumento en otra parte y, en definitiva, se lo desarmó y parte de sus estatuas se han perdido.” (sic) La ciudad de La Plata sus tierras y su arquitectura de Alberto S. J. de Paula paginas 212 y 213.
Nueve años:
Los trabajos de construcción de la Casa de Gobierno tardaron alrededor de nueve años, por lo que se puede decir que es el edificio que demando más tiempo para su culminación.
Doma en la calle:
El 19 de diciembre de 1894 vecinos de la calle 6, a la altura de 60 a 65, elevaron su queja a la empresa de tranway Ciudad de La Plata quien infringiendo una ordenanza que prohíbe la doma de potros en las calles de la ciudad a dado lugar al reclamo.
Hasta ahora la empresa hacía enseñar al tiro en los coches de tranway a los potros, después de las 23 horas, pero últimamente lo ha hecho a las 4 de la tarde, hora que no sólo esta prohibido sino que atenta contra la seguridad de los vecinos.
La anécdota de la oleografía de la fundación:
“El acto civil más importante de la fundación de la ciudad fue, sin duda, la colocación de la Piedra Fundamental, en el centro de lo que es hoy la Plaza Moreno. La fotografía fue tomada por Bradley, y es algo distinta de la estampa final elaborada con ese documento por el grabador italiano Quincio Cenni.
Oleografía de la fundaciónLa ausencia de Roca, Sarmiento, Avellaneda y Pellegrini fue salvada por Bradley mediante un procedimiento de fotomontaje, dispuesto por Dardo Rocha, para dar a la fundación de La Plata el carácter de una conciliación nacional que de hecho no tenía; pues los prohombres citados estaban en desacuerdo por distintas; cuestiones, entre otras, el lugar de emplazamiento de la nueva Capital de la Provincia.
En este sentido, los detalles fueron cuidados: al fondo, entre arcos de triunfo que ostentaban una proliferación de banderas y escudos, los pendones de la Societá Stella d. Italia, de la Societé de S.M. des Résidents de France, del Centro Gallego de Bs. As. representaban la adhesión de las colectividades. Damas con sombrillas y trajes de la época impresionista, parecen evocar, de lejos, la fiesta popular Moulin de la galette, de Renoir. Para la versión cromática del acontecimiento se eligió una paleta de azul celeste y amarillo con acentos rojos en las banderas de Italia, Francia y España; en los kepis de los oficiales elementos iconográficos que Cenni conocía muy bien por ser pintor de batallas; en sombreros, abanicos, y adornos femeninos.
Quizá por razones de fotomontaje, Sarmiento vino a quedar un poco lejos a la izquierda, en segunda fila, Roca, detrás del sacerdote, casi en el centro de la escena, más próximo al espectador; también se advierte la presencia de dos niños en la escena del centro: son los hijos de Rocha y de Roca. Las firmas abundan, por parte de los realizadores de la cromolitografía. En el borde inferior del cuadro, de izquierda a derecha, puede leerse: G. Marchetti Oleog.; Q. Cenni; Bradley fot. Stab Oleo M. Meneghini y Ca. Milano.
Se hizo una tirada de 500 copias. El Dr. Dardo Rocha podía estar satisfecho: la Fundación quedaba documentada en sus menores detalles. No contó, sin embargo, con la vanidad de los hombres que agregaría un truco final: cuando vio las oleografías llegadas de Italia tuvo un gran disgusto: entre los asistente, señalado por las puntas de las enes y el trazo de la i de la firma, en el primer término de la escena, estaba el mismísimo Quincio Cenni”. (sic) Pag.223 y 224 Diccionario Temático de las Artes en La Plata.
El Misterioso Árbol del Llanto:
Un día de noviembre de 1903, algunos estudiantes sin ganas de estudiar, recorriendo lo que luego seria la “avenida de las estatuas” de nuestro paseo, descubrieron un eucalipto que emitía gemidos como si partieran de su ser más profundo.
La especie vegetal después de tan larga vida somnífera, sin vestigios de sonambulismo, adquiría el don más preciado el reino animal: poder quejarse.
Pronto aquellos jóvenes algunos de los cuales habían de tener destacada actuación en la vida social posterior a este acontecimiento, dieron la gran noticia. La ciudad se enteró, y el pueblo en masa concurrió al lugar a escuchar el misterioso árbol del llanto. Cuenta hoy una de las personas que fueron allí, que en aquellos matorrales de altos pastos se formaron zigzagueantes caminos de hormigas humanas que dejaron abierto el paso con toda facilidad, pelando de yuyos las adyacencias del árbol.
Se custodió celosamente el extraño ejemplar, empezaron las polémicas entre “sagaces” observadores, improvisados botánicos, y el asunto tomó tales proporciones que, después de hacer eco la prensa local fué comentado en Buenos Aires en diarios y revistas con las correspondientes fotografías.
Circuló por añadidura la leyenda de que ahí se había suicidado un hombre cinco años atrás, y el alma había conseguido apartarse del cuerpo y tomar aquella encarnadura vegetal, más duradera a ojos vista, desde que en crónicas de la época se cita a lo eucaliptos del Bosque como a los “más viejos del país”.
Más he aquí, que la leyenda estaba en contra del espíritu cientificista y la autoridad competente intervino, para destruirla. Dispuso que se podara en castigo al árbol sonoro, y si persistían los gemidos de su savia, se lo tronchara.
Por suerte para nuestro paseo, la primer medida dio el resultado esperado y el eucalipto se llamó a silencio definitivo. Luego los enemigos de la irrealidad aseveraban que viento al filtrarse entre dos ramas de la copa emitía ese sonido que se oía acercándose a la corteza del árbol aludido, pero la ciudad entera había escuchado aquellos quejidos que partían de su vida de su vida profunda.
El presidente Roca vino antes de la fundación:
Pocos días antes de fundarse La Plata, el entonces presidente de la República general Roca , en vísperas de iniciar una gira por las provincias mediterráneas por razones de interés público, lo cual le imposibilitaría hallarse presente en la ceremonia de la fundación de la futura nueva capital de la Provincia, efectuó un paseo a La Plata, en estado embrionario.
Acompañáronle en esa circunstancia el gobernador Dardo Rocha sus respectivos secretarios y algunos ministros de ambos gobernantes. La visita presidencial a La Plata, casi de incógnito, días antes de su inauguración oficial, efectuóse el 12 de noviembre de 1882, El Presidente el gobernador partieron de la metrópoli en tren expreso a las 10.30 hs. y llegaron a medio día a Punta Lara.
Formaban la comitiva las siguientes personalidades; Dr. Eduardo Wilde, Dr. Carlos D’Amico, Mauricio Roca, el comandante Gramajo, don Florencio Madero, el Dr. Alberto Navarro Viola, don Julio Arditi Rocha, este último diputado a la Legislatura, a edad juvenil, más tarde vecino de La Plata.
En Punta Lara los distinguidos visitante subieron a un coche del ferrocarril Decauville que los llevo hasta el parque Iraola en donde se sirvió un almuerzo. concluido éste y la sobremesa agregaronse a la comitiva, habiendo partido desde la Ensenada, el doctor Faustino Jorge, presidente del directorio del ferrocarril argentino del oeste, el juez Dr. Luis Sauze y el oficial 1° de la Jefatura de Policía don Alberto Lartigau.
A poco de iniciarse el paseo por los parajes céntricos de la que iba a ser la ciudad de La Plata, utilizándose para el recorrido dos carruajes descubiertos, descolgóse una lluvia torrencial, prolongándose durante dos horas y que malogro definitivamente la excursión cuando en realidad comenzaba, impidiendo ver de cerca lo muy poco que podía verse de los primeros trabajos de construcción de la futura ciudad, recién apenas delineada. La persistente lluvia obligó a los visitantes oficiales a regresar a la Ensenada en los dos carruajes utilizados y fueron invitados por don Carlos A. Fajardo juez de paz de la Ensenada, a guarecerse en su casa particular a la espera del tren que tomaron a las 4.30 horas de la tarde, que los condujo de regreso a la capital federal.
La historia de la catedral:
Empieza como casi todo con un decreto del gobierno de la provincia del 6 de mayo de 1881, es asi que se abre el concurso para la presentación de Proceso de construcción.plano, cuyas bases tuvieron amplia difusión en países europeos y americanos, estableciéndose un precio de 70.000 pesos para el mejor proyecto, y un presupuesto de 8.000.000 de pesos para el monumental templo.
Un jurado elevó al señor Ministro de Gobierno con fecha 23 de noviembre los proyectos presentados. Todos fueron argumentadamente rechazados, encargándose luego al Departamento de Ingenieros del la Provincia la elaboración de uno nuevo.
Los encargados de la ubicación definitiva fueron los ingenieros Pedro Pico y Pedro Benoit, designados al efecto por decreto del gobierno.
La Piedra fundamental fue colocada el 30 de abril de 1884, bendiciéndola el señor Cura Párroco de la ciudad, Benjamín Carranza, en representación del señor Arzobispo de Buenos Aires, fueron padrinos el doctor Dardo Rocha y su señora doña Paula A, de Rocha, el acta fundacional fue colocada en una urna de cristal, y esta. A su vez, en una caja de mármol negro, traido de Azul con la inscripción “Anno Domini 1884”, la cual se ubicó en el centro del terreno, lugar, hoy, de difícil precisión.
Finalmente tuvo el honor que el proyecto definitivo correspondiera al Ingeniero Pedro Benoit, entonces Director de Obras Publicas y los dibujos del Arquitecto Ernesto Meyer, fuese aprobado con mención de los datos de la obra, nave central, cuatro laterales, torres de 120 metros, gradas para 2000 personas, cupulas rematada en cruz, capiteles cincelados en piedra y piso granítico pulido.
El proyecto y su posterior realización son reflejo de las Catedrales Amiens y de Colonia, Catedral sin su cruz.pues para Benoit el verdadero estilo religioso era el gótico. La iniciación de las obra tuvo lugar el 18 de noviembre de 1885, el acto consistió en el trazado del eje central, a cargo del Vicepresidente del Departamento de Ingenieros, don Octavio Píco, y de la extracción de la primera palada de tierra a cargo del doctor Dardo Rocha.
A inicios de agosto de 1903 se puso el órgano de la Catedral, era de la casa Ibach de Alemania y fue instalado por el señor Alberto Poggi, en su tiempo se decía que era uno de los mejores de la república, dos teclados y 16 registros, con unos 1500 tubos, Se inauguro el día 14 a las 16 horas y lo bendijo Monseñor Terrero.