En una ciudad moderna como iba a ser La Plata, la nueva capital de la Usina de aguas corrientes en la plaza de armas.provincia uno de los servicios urbanos básicos fue encarado desde antes de la fundación, es el proveer aguas corrientes y construir los drenajes sanitarios, es así que el 26 de junio de 1882 el Poder Ejecutivo encomendaba por decreto a los ingenieros Francisco Lavalle y Juan Medici la preparación del proyecto de planos y presupuestos para las obras necesarias a uno y otro fin.
De acuerdo a las instrucciones impartidas, los ingenieros debían planificar la toma de aguas del río de la Plata o de la napa semisurgente y la conducción de los efluentes cloacales al mismo río o bien a terrenos preparados para la irrigación; por ley del 19 de diciembre de 1882, el Poder Ejecutivo fue autorizado a contratar las obras de infraestructura urbana de La Plata.
Por decreto del 22 de febrero de 1883, se encargó a los ingenieros Lavalle y Medici la construcción de las obras y adquisición de los materiales necesarios según sus propios planos y presupuesto, para conducir el agua obtenida en el pozo semisurgente de la ciudad, hasta edificios públicos que estaban todavía en construcción.
En marzo de 1883, con la expresa conformidad del presidente de la República, general Julio A. Roca, se recibió en La Plata una remesa de caños facilitados por la Comisión de Obras de Salubridad de la ciudad de Buenos Aires, con los cuales se dio principio a los trabajos.
El 17 de octubre de ese año quedaban terminadas las obras de colocación de máquinas y cañerías para distribuir aguas a los edificios públicos de la nueva capital, según manifestaban los ingenieros Lavalle y Medici quienes exponían seguidamente la necesidad de establecer las conexiones entre esos edificios, nombrar maquinista y fijar la cuota para el abono al servicio, la cual fue establecida en $0,10 ftes. por metro cúbico y por liquidación mensual.
Para el abastecimiento general de la ciudad, la Comisión Central de Aguas Corrientes de La Plata se dirigió su presidente, el Sr. Emilio V. Bunge al Poder Ejecutivo el 13 de diciembre de 1885 a fin de solicitar aprobación de un presupuesto para equipar la planta de bombeo establecida en el Parque Sudoeste” (actual Parque Saavedra) paraje muy elevado en relación a la altimetría general de la ciudad, cuya altura máxima alcanza a a 33.00 metros sobre el nivel del mar en la zona de avenida 19 y calle 70.
Los caños utilizados tubería de arcilla vitrificada (con una sal de cristales aplicados a las superficies interiores y exteriores de la tubería) actualmente hay muchos que siguen prestando servicios.
Se solicitaba en dicho presupuesto:
Tanque elevado en Usina Parque Saavedra y construcción de cisterna.
Una maquina bombeadora de vapor sistema “Cornish”, de 25 a 109 caballos de fuerza, con capacidad impelente de 135.000 litros por hora en rendimiento normal, con dos calderas de acero fundido.
Otra maquinaria similar para reserva.
Estructuras metalicas de 8 columnas con travesaños, arriostramientos y escalera, todo de acero fundido, para armar una torre de planta octogonal, de 22 metros de altura y su correspondiente depósito o tanque cilíndrico de 225.000 litros de capacidad.
Tales elementos, además de los cuales se comprendian caños, llaves, conectores y otros accesorios, eran provistos por la fábrica Rushton & Proctor, de Inglaterra; además, se incluían en el presupuesto las siguientes obras a ejecutar en el lugar:
Excavación de un pozo de 51 metros de profundidad y 30 centimetros de diametro.
Construcción de la casa de máquinas que fue ejecutada en ladrillos de mesa, asentados en mezcla de arena y cal, con techo de tejas francesas y cielorraso de madera barnizada, se agregaron después dos casitas de madera para viviendas del maquinista y del foguista.
La planta de bombeo fue construida y equipada bajo la inmediata dirección del ingeniero Carlos Dawney; su inauguración se realizó el día 8 de marzo de 1885 y el suministro alcanzó en breve lapso a 1.504 casas.
En cuanto a la cantidad de agua, se advirtió muy pronto que el servicio resultaba deficiente; la falla no radicaba en defectos del equipamiento sino en el exiguo diámetro del pozo.
Posteriormente se optó por instalar otra planta de bombeo en la manzana delimitada por las calles 1, 115, dg.80 y 44 y después, una tercera en la manzana comprendida entre las avenidas 51 y 53 y las calles 23 y 24 dentro de la denominada “plaza de armas” conforme a los estudios realizados entre 1900 y 1901.
En cuanto a las obras de drenaje sanitario proyectadas por el ingeniero Lavalle, se vieron postergadas por diversas causas, fueron ejecutadas recien en los periodos gubernativos de Marcelino Ugarte (1902/1906) y de Ignacio D. Irigoyen (1906/1910), es de imaginar que se utilizaban pozos sépticos.