El primer organismo de la ciudad
Roberto G. Abrodos
Decía Rocha en su discurso “Una vez designado el punto en que ha de establecerse la nueva capital debemos esperar que en breve tiempo levantemos una ciudad populosa y floreciente que, para las necesidades administrativas y políticas, remplace la antigua capital”.
La institución bancaria más antigua es el Banco de la Provincia de Buenos Aires. El día después que el gobernador Dardo Rocha colocara la piedra fundamental de la capital bonaerense el Banco se instalaba en la localidad de Tolosa, prontamente esbozó una casa adecuada a su jerarquía.
El decreto provincial del 7 de mayo de 1881 disponía que las entidades autárquicas de la administración, entre ellas el Banco Provincia debían programar por su cuenta el proyecto y construcción de los edificios para sus sedes centrales en la nueva capital.
Carlos Casares tomó una medida de gran responsabilidad institucional y necesaria: decidió establecer una filial bancaria, antes de la radicación formal del Banco Provincia en el sitio que hoy se encuentra.
El 8 de agosto de 1882 el Presidente dio noticias al Directorio acerca de su accionar, Casares había alquilado, a 3.000 pesos m/c, un edificio en la calle 1 (viejo Camino Real a Magdalena) y (hoy 528), característica esquina sin ochava que hasta hoy perdura.
Sirvió para los primeros movimientos bancarios, tanto como para los ahorros de los obreros como asimismo de la transferencia de los fondos que se necesitaban para la edificación en progreso de la nueva capital.
La propiedad alquilada para la sucursal pertenecía a Eduardo Miche, antiguo de la zona que se ocupó de administrar la estancia de Martín Iraola. El lugar era ideal, la población de Tolosa era de 7.000 habitantes, próxima a la estación del ferrocarril, habilitada el 11 de octubre de 1882, hoy denominada Estación Tolosa. El primer “Hotel Bruny”, fondas, almacenes de ramos generales y varios depósitos de materiales, cumplía el entorno un respetable movimiento comercial casi invariable.
El primer equipo de trabajo estuvo constituido por Teodoro V. Granel Administrador (Gerente); Delfín M. Huergo, Tesorero; Martín Bermejo, Tenedor de Libros; Victor Selso, Portero y Manuel Peña, Rondín.
El inmueble sede de la Sucursal, de modestas proporciones, lucía en su exterior una ornamentación sobria y equilibrada compuesta por pilastras ubicadas rítmicamente, separando tres aberturas con arcos de medio punto, unificadas horizontalmente por un zócalo y en su parte superior una moldura sobre la cual se desarrollaba la tradicional balaustrada, este estilo italianizante fue el predilecto de la gran mayoría de las construcciones privadas realizadas en la ciudad por constructores y mano de obra peninsulares que prevalecían.
Tuvo influencia sobre los distintos campos financieros de la ciudad y se trasladó el 18 de mayo de 1884 a una propiedad ubicada en el área céntrica platense, boulevard 51 entre 3 y 4, arrendada a Antonio Vilar en 5.000 pesos moneda corriente, donde perduró hasta el lanzamiento de su edificio propio, el 19 de abril de 1886. Así llegamos al final de una parte de la historia de este tradicional organismo bancario.
